miércoles, 4 de noviembre de 2020

ADEPA apoya la restauración del Castillo de los moros y la recuperación integral del barrio

MANIFIESTO 

La Plataforma en Defensa del Castillo de los Moros nace con una clara vocación de neutralidad ideológica que le aleje de encasillamientos o adscripción política alguna para su mejor asunción por los diversos gobiernos municipales /regionales o instituciones que puedan intervenir o colaborar en los fines que persigue. 

La Plataforma queda inicialmente constituida por varios colectivos ciudadanos de los ámbitos históricos, patrimoniales, medioambientales y sociales, con la finalidad última de conseguir la puesta en valor del Castillo de Moros y que esta apuesta sirva de transformación social, urbana y económica de los barrios de Los Mateos y Santa Lucía a través de un Plan Integral. 

SITUACIÓN DE ORIGEN. 

La fortificación del Castillo de Moros fue entregado al Ministerio de Hacienda en el año 1923 en cumplimiento de la Real Orden de 21 de diciembre de 1921, pasando a ser propiedad municipal el 4 de octubre de 1929 según consta en actas capitulares de Ayuntamiento. Su situación en el cerro de Los Moros, junto a los populares y humildes barrios de los Mateos y Santa Lucía, propició la ocupación y construcción de viviendas y chabolas en sus inmediaciones y dentro de la misma, situación que fue corregida en los años 90, no sin polémica, desalojando a sus ocupantes y derribando las construcciones ilegales más cercanas. Durante los muchos años de ocupación, se construyeron algunas cuevas en sus galerías de acceso y se expolió la mayor parte de las piedras que conformaban el pavimento de los adarves, así como los ladrillos que dibujaban los recercos de cañoneras, puertas y ventanas de sus edificaciones. Tras el derribo de las edificaciones ilegales construidas sobre su glacis y apoyadas en su contraescarpa, se procedió a la explanación y modificación de la cota de esta zona construyéndose un camino que recorre perimetralmente el foso y que ha facilitado aún más el acceso rodado hasta el pie de la fortificación con el consiguiente expolio y transporte de materiales de construcción, especialmente elementos cerámicos que debilitaron aún más la consistencia de los antepechos, cañoneras y repuestos. Esta situación fue denunciada en 2017 por colectivos vecinales de los Mateos, procediéndose por parte del Ayuntamiento a la colocación de grandes piedras que cerraran su acceso rodado a través de la gran abertura del existente en el foso en su esquina noroeste. 

La débil estructura resultante en las edificaciones originales destinadas a repuestos de este baluarte propició su desplome parcial durante el pasado “Dana”, y los recientes actos vandálicos destruyendo el abaco que coronaba una de las columnas sobrevivientes de la puerta de acceso al foso han hecho saltar todas las alarmas en las asociaciones y colectivos firmantes de este manifiesto demandando actuaciones de urgencia, que no solo detengan esta degradación sino que inviertan definitivamente la situación con un decidido plan integral de restauración de la fortificación y de su entorno urbano y social. 

La rápida reacción del Ayuntamiento tapiando tres de sus accesos y la colocación de una puerta en la entrada principal ha tenido como lamentable reacción, por otro lado, esperada, de ser arrancada a escasas horas de su instalación. 

2 VALOR HISTORICO-PATRIMONIAL DE ESTA FORTIFICACIÓN. 

Quizá la gran concentración de fortificaciones militares reunidas en nuestro término municipal, unida al importante inventario romano y modernista de la ciudad ha conducido durante décadas a una abrumadora situación de gestión del patrimonio, pero a su vez ha hecho “bajar la guardia” convencidos inconscientemente que este “exceso” daba margen para tener permanentemente un bien patrimonial para poner en valor. De esta forma, hemos podido olvidar que cada una de estas fortificaciones, forman parte activa de la historia de nuestra ciudad, y en muchos casos de la historia de España. 

El conocido como Castillo de Moros o de los Moros, constituye una fortificación exterior u obra destacada del recinto amurallado de Cartagena que junto al Castillo de Galeras y Atalaya fueron construidas en el S. XVIII para complementar la defensa de la ciudad y de su arsenal. Por su forma, pertenece a un tipo de fortificación abaluartada denominada obra coronada, compuesta por un baluarte central y dos medios baluartes en los extremos. Fue construido sobre una cota media de 56 metros sobre el nivel del mar cumpliendo los cánones de la Escuela Española de Fortificación Abaluartada. 

Fue proyectado por el Ingeniero Militar Pedro Martín Zermeño, y construido entre los años 1773- 1778 durante el reinado de Carlos III, correspondiendo al ingeniero militar Mateo Vodopich el diseño final y dirección de las obras. 

Esta fortificación, concebida como una gran obra maciza, presenta cuatro accesos; el principal en la esquina suroeste del baluarte norte, el segundo, de forma simétrica en el baluarte sur, y otros dos a través de poternas abiertas sobre la escarpa hacia el foso seco y protegidas por la contraescarpa. 

El cerramiento principal presenta escarpa, rematada por un cordón con medio bocel. Este elemento se debe corresponder con el nivel del adarve, desembocando los desagües al exterior por debajo de él. Los parapetos y merlones presentaban un declive en su coronación que permitía observar y batir la contraescarpa y su glacis; desaparecido hoy por la construcción de viviendas que apoyadas externamente en ella se realizaron. 

Desde su posición, paralela a la muralla de la Ciudad y unida por un camino a cubierto, podía cubrir el Frente del Hospital y las Puertas de San José, obligando a un posible enemigo a retrasar sus líneas de ataque hasta una distancia desde la que era imposible batir a la propia ciudad. De esta forma, sus elementos defensivos y de protección; escarpa, contraescarpa, foso y merlones estaban orientados hacia el este como natural dirección de progresión del enemigo, quedando su retaguardia solo provista de un pequeño antepecho para que caso de caer en manos enemigas se le pudiera batir fácilmente desde la plaza amurallada. 

Por su proximidad a la Plaza contaba con escasas edificaciones, reduciéndose a un puesto de guardia y repuestos para la artillería. 

Ya antes de su construcción, este monte era considerado de gran importancia para la defensa de Cartagena. En la Guerra de Sucesión (1706), los ejércitos dirigidos por ingleses, se apoderaron de él y desde allí consiguieron batir el Castillo de la Concepción, neutralizando sus fuegos y conquistando la Ciudad. Desde su construcción siempre estuvo artillado. El propio Zermeño, lo concibió en 1766 con capacidad para albergar 60 cañones y 8 morteros. Con motivo de la Guerra de la Independencia, en 1810, se le emplazaron 10 cañones de hierro, en sustitución de otros 10 que tenía en estado de inutilidad. 

Durante la Guerra Cantonal (1873-74) contaba con 16 piezas de artillería, y jugó un importante 3 papel, cubriendo y evitando la penetración de los sitiadores por el este de la Plaza. 

Actualmente está catalogado como MONUMENTO (Nº Catálogo 16219) y BIEN DE INTERÉS CULTURAL (Adicional Segunda Ley 16/1985. PGMO: BIC. Nº Catag. 160219). 

SITUACIÓN PRESENTE. 

El Castillo de Moros se halla actualmente dentro de la trama urbana del considerado casco antiguo de la ciudad, significándose por ello de manera notoria en un importante conjunto patrimonial conformado por el Hospital de Marina, Cuartel de Antiguones, Frente del Batel de la Muralla de Carlos III, Puertas de San José, Muralla Púnica y Fuerte de Despeñaperros. Preside además la zona oriental del Puerto y Dársena de Pescadores constituyendo junto con el Castillo de la Concepción las dos fortificaciones más elevadas y observables en la entrada por mar. Esta cercanía, facilita con una mera observación desde el exterior su lamentable estado de abandono y ruina. A pesar de ello, podemos considerar que esta fortificación aún se halla “entera”, sin que hayan desaparecido grandes parámetros, concentrándose una posible acción de restauración en elementos reiterativos que pueden reproducirse a imagen de las partes sobrevivientes como arranques en el suelo, desagües, cañoneras, escaleras, pavimentos o edificaciones. 

Su ubicación junto a los humildes y supuestamente inseguros barrios de los Mateos y Santa Lucía ha disuadido durante décadas a muchos excursionistas de visitarlo. Pero en los últimos años ha surgido un esperanzador redescubrimiento de este monumento. En abril del año 2014, la Asociación Rascasa puso en valor esta fortificación con el primer “Anda con Rascasa”, incluyendo la visita del Castillo de las más de cuatrocientas personas que realizaron la actividad. Para ello se realizó, a instancias de la asociación, la primera limpieza de basuras y desbroce del lugar por parte del Ayuntamiento. A partir de ahí, un segundo “Anda con Rascasa”, la celebración en sus alrededores de actos de Cartagineses y Romanos, la inclusión en el recorrido de la Ruta de las Fortalezas, y las actuaciones ciudadanas coordinadas por el colectivo Crécete, dirigidas a la plantación de flora autóctona en su ladera occidental, contribuyeron a aumentar las visitas de excursionistas y el descubrimiento de muchas personas hasta ahora ajenas al gran tesoro que teníamos en nuestra ciudad, a la vez que la perplejidad por su mal estado. Por otro lado, las demandas vecinales de los Mateos en el Plan Fénix revindicando una actuación integral, y la respuesta con la inclusión en el abandonado pero imaginativo proyecto europeo MAPS, pusieron en el candelero esta aspiración.

El reciente tapiado de sus accesos en respuesta al último acto vandálico no parece ser una solución para prolongar en el tiempo o que sea respetada por atrevidos adolescentes, especialmente si nos fijamos en el caso del Castillo de la Atalaya o San Julián cuyos únicos accesos fueron violentados a los escasos días de ser cerrados. Pueden existir otros motivos de seguridad que impidan su acceso, pero caso de ser mantenidos sin ir acompañados de otras actuaciones conducentes a su restauración incumpliría el valor social que le otorga la ley al patrimonio al no permitir la visita pública, o el artículo 8.1c) de la ley 4/2007 de 16 de marzo sobre acceso a bienes patrimoniales. En contraposición, el aumento de visitas suele redundar también en el aumento inconsciente de vigilancia por parte de los mismos visitantes que no podrían denunciar posibles actos vandálicos por producirse a “puerta cerrada”. 

La aspiración de Cartagena a ser declarada Patrimonio de la Humanidad no se corresponde con la sensibilidad institucional mostrada, aguardando aún gran parte del enorme y singular patrimonio que atesora su puesta en valor, o al menos su conservación. Gran parte de él no se halla enterrado, por lo que su degradación es continuada y exigiría de forma sostenida un aumento de esfuerzos y recursos en el área patrimonial que respetaran y mantuvieran todos 4 los gobiernos municipales. El Castillo de Moros es un claro ejemplo de prolongado y anacrónico abandono en unión de sus dos barrios colindantes. 

El destacado y representativo número de asociaciones y colectivos que inicialmente se han sumado entusiastamente a esta plataforma no es más que la pequeña muestra del clamor popular de muchos cartageneros y cartageneras que ansían la recuperación del patrimonio que forma parte cotidiana de sus vidas. 

PROPUESTA DE LA PLATAFORMA. 

En relación a todo lo anterior, esta plataforma propone tres líneas de actuación que aspirarían a ser refrendadas y mantenidas durante su posible periodo de ejecución por todas las formaciones políticas del arco municipal como un PLAN INTEGRAL de recuperación del monumento y su entorno. 

Con carácter de urgencia 

− Redacción de un completo plan director de la fortificación y entorno que abarque sus accesos y zona de acción de su glacis original, con participación de las asociaciones vecinales en los planteamientos relacionados con su integración en la trama urbana adyacente. (Con cargo a los presupuestos de 2021). 

− Asignación de entorno de protección al BIC, hoy inexistente, como obliga la Ley 16/1985.

− Realización de un pre-proyecto de restauración de la fortificación que pueda evaluar el alcance de la intervención y una aproximación económica de su coste. 

− Reconocimiento del Castillo de Moros y entorno como Casco Histórico. 

− Desbroce y limpieza periódica del monumento y entorno. 

− Apuntalamiento y/o vallado de las edificaciones en riesgo de derrumbe. 

− Señalización de accesos y colocación de cartel explicativo. 

− Mantenimiento de las zonas repobladas de flora autóctona. 

− Corte del acceso rodado no autorizado (barreras) en los puntos más alejados posible del monumento para dificultar el expolio. 

A corto plazo.

− Redacción de un proyecto definitivo de restauración, con dotación a cargo de los presupuestos de 2021. 

− Delimitación y disposición del futuro Paseo Botánico. 

− Realojamiento con carácter permanente en el mismo barrio de las familias afectadas por los posibles derribos de viviendas que exija el establecimiento del entorno del monumento.

 − Potenciación y divulgación a través de las asociaciones vecinales de la importancia y singularidad de este monumento. 

 − Inclusión en las propuestas de itinerarios turísticos de la visita a este monumento. 

A medio Plazo. 

− Potenciación de la inversión para la mejora urbana de las zonas próximas o de acceso al monumento. 

− Propiciar entre los vecinos un clima de hospitalidad para los visitantes que pueda ser complementado por servicios de restauración o souvenirs. 

− Inclusión de este proyecto como “EU Green Deal”. 

− Conseguir la plena integración social y económica de los Mateos y Santa Lucía a través de su castillo. 

La puesta en valor del Castillo de Moros no es solo una obligación que nos impone la ley o nos exige la historia, es una oportunidad para la plena integración y normalización de dos barrios tan populares como deprimidos, cuya situación resulta anacrónica dentro del casco antiguo.

Esta plataforma emplaza a los representantes políticos y técnicos de las áreas de patrimonio del Excmo. Ayuntamiento de Cartagena y Comunidad Autónoma para mantener una reunión de trabajo donde puedan plantear y explicar con más detalle sus propuestas, así como recibir de ambas instituciones su predisposición a las mismas. 

ENTIDADES FIRMANTES DE LA PLATAFORMA

 Cartagena, a 29 de octubre de 2020.

− Asociación Rascasa 

− Asociación Vecinal de Los Mateos

− Asociación Vecinal de Santa Lucía 

− Asociación Cultural El Pinacho 

− Federación de Asociaciones Vecinales de la Comarca de Cartagena (FAVCAC) 

− Colectivo Crécete 

− «Amigos veteranos de los castillos cartageneros, sus fortalezas, murallas, viejas torres y baterías; Don Sancho Díaz Bustamante»; AFORCA. 

− Asociación en defensa del patrimonio de Cartagena y su comarca ADEPA 

− DAPHNE